Evalúa la competitividad empresarial de tu mipyme (1/2)

Existen diversos enfoques para medir la competitividad empresarial de una mipyme. Uno de ellos es el enfoque dinámico de la competitividad, que hace énfasis en factores como el capital humano, conocimiento técnico, capacidad de adaptación a nuevas tecnologías, relación con proveedores y clientes, entre otros.

Según este enfoque, los factores señalados influyen de manera determinante en la capacidad de la empresa para mantener la rentabilidad. Como sabemos, las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) enfrentan obstáculos para adaptarse al mercado y obtener una posición competitiva.

En muchos casos, la situación obliga a las empresas a innovar en sus procesos de gestión, adoptando estrategias para enfrentar los constantes cambios. En el ámbito de las mipymes, la adopción de estrategias puede convertirse en la diferencia entre su supervivencia o extinción.

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Por lo tanto, es pertinente evaluar con cierta disciplina la competitividad empresarial, que fomente a su vez, un cambio en la mentalidad del equipo de trabajo.

Evalúa la competitividad empresarial de tu mipyme
Evalúa la competitividad empresarial de tu mipyme

Evaluación de la competitividad empresarial

Diversos estudiosos en esta materia abordan la disyuntiva: ¿dónde radican las fuentes de ventaja competitiva empresarial?

Al respecto, la discusión está centrada en 2 enfoques principalmente:

  • Uno es el defendido por Porter, quien postula que las fuentes radican en las actividades de la cadena de valor.
  • El otro, es el de Wernerfelt  y Prahalad, quienes afirman que las fuentes de ventaja competitiva radican en los recursos disponibles en la empresa.

Sin embargo, creemos que estos 2 enfoques son complementarios. Pues si bien las fuentes de ventaja competitiva radican en los recursos, estos se deben utilizar con un nivel de capacidad alto en las áreas funcionales. Es decir, con un excelente desempeño de las actividades que conforman la cadena de valor.

En consecuencia, lo indicado nos lleva a analizar la cadena de valor de las mipymes. Es decir, a fijarnos en las actividades primarias en una empresa, ya sea que produzca bienes o servicios.

Actividades primarias en una mipyme

En este artículo haremos referencia a 5 grupos de actividades primarias: logística de entrada, operaciones, logística de salida, mercadeo y ventas, y actividades de servicio.

1. Logística de entrada

Estas hacen referencia a las actividades que permiten la recepción, almacenamiento y distribución de las materias primas e insumos para la elaboración del producto o servicio.

La evaluación de este grupo de actividades se hace con base en 4 aspectos:

  • Control de entrada: implica la evaluación de los controles de los insumos y materias primas recibidos.
  • Gestión del almacén: se refiere a la valoración de la existencia de un área de almacenamiento y su gestión.
  • Gestión del inventario: involucra la definición de políticas de inventario y el uso de herramientas para dar soporte de forma óptima.
  • Control de los costes: analiza el grado de conocimiento de los costes involucrados en el mantenimiento de las materias primas y su utilización.
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Control de almacenes e inventarios, actividad clave en toda mipyme

2. Operaciones

Este grupo de actividades incluye todo lo necesario para realizar el proceso de producción. En otras palabras, para la realización del producto o servicio.

La operación inicia con la recepción de la materia prima e insumos, que pasan por los procesos de transformación para obtener un producto/servicio final. En tal sentido, implica la fabricación, el “armado”, el embalado y el mantenimiento de los equipos.

Esta etapa de la cadena de valor la dividimos en 4 aspectos:

  • Instalaciones, maquinaria y equipos: este aspecto implica analizar la flexibilidad de la maquinaria, de los equipos e instalaciones para adaptarse a los cambios en la demanda; así como la existencia y el tratamiento de cuellos de botella.
  • Métodos de planificación: aquí se evalúa el método utilizado para planificar el proceso productivo, apoyado en técnicas y software de gestión.
  • Control de la producción: se evalúa el nivel de acompañamiento del proceso productivo, la forma de ejecutarlo y la definición del responsable para su realización. Involucra la detección de desperdicios y retrabajos.
  • Control de los costes de fabricación o prestación del servicio: se evalúa el control y el conocimiento sobre los costes directos de fabricación.
Evalúa la competitividad empresarial de tu mipyme
Evalúa la competitividad empresarial de tu mipyme

3. Logística de salida

En cuanto a la logística de salida, nos referimos a todas las actividades comprendidas desde que operaciones libera el producto (también puede ser un servicio), este es inventariado como producto final y es almacenado para su distribución final.

En esta etapa de la cadena de valor se analizan 4 aspectos:

  • Gestión del almacén: implica la valoración de la existencia de un área de almacenamiento y su gestión. Además, la existencia de codificación de los productos y el seguro dentro del almacén.
  • Inventario: se evalúa la definición del nivel óptimo de inventario y su gestión.
  • Control de costes: se evalúa el conocimiento de los costes involucrados para mantener productos terminados.
  • Canales y medios de distribución: se analiza la necesidad de realizar la distribución de los productos por medios propios o con terceros.
Evalúa la competitividad empresarial de tu mipyme
Evalúa la competitividad empresarial de tu mipyme

4. Marketing y ventas

Esta es un área de la cadena de valor esencial en toda mipyme. Agrupa todas las actividades que el equipo de trabajo desarrolla para dar a conocer su producto o servicio. Y con ello, realizar los procesos de intercambio con el mercado. Entre otras actividades, comprende aspectos como:

  • Publicidad.
  • Promociones y campañas.
  • Encuestas de satisfacción.
  • Selección de canales y venta.

Con relación a los aspectos que se evalúan tenemos los siguientes:

  • Mercado: analiza el nivel de conocimiento del equipo sobre el mercado al que orienta su actividad.
  • Relación con el cliente: evalúa el nivel de las relaciones establecidas con el cliente y la calidad del vínculo con él. También, el grado de proximidad y los medios de comunicación empleados para tal fin.
  • Medios de promoción: evalúa el interés de la mipyme con relación a invertir en publicidad, promoción, mantenimiento de la imagen, etc.
El marketing y ventas es un área de la cadena de valor esencial en toda mipyme
El marketing y ventas es un área de la cadena de valor esencial en toda mipyme

5. Actividades de servicios

Y para finalizar la descripción de las actividades primarias, tenemos las diseñadas para conservar el valor del producto o servicio. Nos referimos a las actividades de servicios posventa.

Es decir, a las que nos permiten tener un feedback adecuado y datos sobre el estado de servicio y la satisfacción de los clientes. Además, el servicio contempla tareas como la instalación, reparación, mantenimiento, entre otras.

Para analizar esta área tomamos 3 puntos:

  • Postventa: evalúa si la empresa ofrece soporte después de realizar la venta.
  • Satisfacción del cliente: analiza el nivel de seguimiento de la satisfacción del cliente y cuáles herramientas se utilizan.
  • Reclamos: analiza si la empresa atiende y soluciona los reclamos del cliente. También se ocupa de conocer e indagar por la definición de producto no conforme.

Niveles de competitividad empresarial

Para evaluar la competitividad empresarial, es necesario definir algunos niveles con los que se pueda contrastar las actividades de la cadena de valor.

Por ejemplo, ante el aspecto “control de costes” de la logística de salida, que evalúa el conocimiento de los costes involucrados para mantener productos terminados, un empresario podrá indicar 4 estados posibles:

  • Nivel-1: empresa no competitiva.
  • Nivel-2: uso ineficiente de recursos.
  • Nivel-3: procesos eficientes.
  • Nivel-4: fuente de diferenciación.

En tal sentido, hablamos aquí de 4 niveles que describimos a continuación:

Nivel 1: empresa no competitiva

En esta situación, la empresa no es capaz de alcanzar una ventaja competitiva. Es el caso de las mipymes que actúan de forma reactiva a las exigencias del entorno. Por lo tanto, lo común en este escenario es que el empresario o gestor preste poca atención a la organización y a su sistema de control.

En tal sentido, son empresas con dificultad para realizar inversiones por no tener acceso al financiamiento, la mano de obra no tiene las competencias necesarias, las instalaciones no están bien diseñadas, entre otras debilidades.

Sin duda, es una situación que puede provocar que la empresa camine en una dirección peligrosa, no sostenible.

Nivel 2: uso ineficiente de recursos

Este nivel implica que la empresa comienza a involucrar recursos para llevar adelante las actividades primarias y de apoyo. Pero sin una adecuada gestión de los mismos. En otras palabras, el empresario es consciente de la necesidad de adoptar buenas prácticas, pero lo hace de forma tímida y desorganizada.

En este nivel es posible encontrar falta de coherencia entre la estrategia de la empresa y los criterios para la toma de decisiones importantes, que afectan a la gestión.

Por lo tanto, podemos decir que la gestión es principalmente reactiva. La falta de coherencia puede ser, debido a que se está en una fase de crecimiento rápido sin control (situación caótica) o a una falta de visión estratégica. Además, se invierte en tecnología siguiendo las tendencias del sector y no según las necesidades reales de la empresa.

Una mipyme en este nivel no muestra todavía avance en el uso de herramientas de gestión, por lo que tiene un manejo ineficiente de los recursos.

Nivel 3: procesos eficientes

La gestión empresarial en esta etapa es la correspondiente a una empresa que se esfuerza por ser eficiente. Es decir, por elevar la productividad, controlar costes y elevar la capacidad de sus áreas.

Por lo tanto, el empresario sabe que la integración de las áreas es fundamental en la estrategia empresarial. Y las decisiones se toman en función de la estrategia general.

Además, la dirección estratégica se expresa en términos entendibles para los colaboradores, estableciendo objetivos por área en forma alineada. Es claro que en empresas con nivel 3, el avance se refleja en la atención de las necesidades de los clientes internos y externos.

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Evalúa la competitividad empresarial de tu mipyme

Nivel 4: fuente de diferenciación

Cuando la empresa alcanza un nivel de excelencia en la gestión, es porque la estrategia competitiva se basa en capacidades distintivas. Es decir, en capacidades “superiores” a las del resto de los competidores.

En este caso hablamos de mipymes que anticipan las buenas y nuevas prácticas. Además, hacen uso de tecnologías de gestión e incorporan experiencia y conocimiento. También desarrollan las competencias del equipo y confían en la capacidad de sus colaboradores.

Para alcanzar el nivel 4 (fuente de diferenciación), el empresario pone el énfasis tanto en las instalaciones como en la organización. Lo que forma parte clave de la competitividad empresarial.

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Por lo tanto, las actividades primarias y las de apoyo están integradas mediante sistemas de gestión. Además, existe una cultura de trabajo en equipo y de colaboración. Los responsables de las áreas suelen tener no solo un elevado nivel de competencia tecnológica, sino también, en competencias blandas o sociales. Sin duda, esto es parte de un modelo de gestión eficiente.

Una empresa en la etapa de funcionamiento óptimo tiene este grado de madurez, lo que le da un alto nivel de competitividad empresarial.

Para finalizar:

Dejaremos este artículo hasta aquí, entendiendo que la cadena de valor relaciona los recursos y las capacidades de la empresa con los resultados que produce a partir tanto de actividades primarias como de apoyo.

En un próximo artículo complementamos estos aspectos, dejando claro que las actividades primarias tienen relación con la creación física del producto/servicio, mientras que las actividades de apoyo son las tareas que permiten llevar a cabo dichas actividades primarias. Por lo que la competitividad empresarial necesita la integración de estos 2 tipos de actividades, como condición obligatoria para alcanzar el éxito.

¡Muchas gracias por leernos!

Autor
David Polo Moya
David Polo Moya

Nacido en Madrid, de 46 años. Licenciado en Business por la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) MBA por el Instituto de Empresa en Madrid (España) e Indian Instute of Management en Calcuta (India). Emprendedor recurrente, David Polo es el fundador de Time Management, consultora de sistemas de gestión con más de 12 años de experiencia y por otro lado los blogs emprender-facil.com y gestionar-facil.com. Consultor independiente de emprendedores y empresas, en análisis, gestión y medición de datos, David Polo Moya se enfoca en el desarrollo empresarial a través del uso de Plataformas de gestión, consultoría estrategia y de innovación y ayuda a emprendedores y empresarios. Creador de metodologías como Matriz estrella y experto en Jobs to be done y metodología Raíles. Visita mi perfil en about.me: https://about.me/davidpolomoya


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